En enero del año 1945, se vino a Madrid desde tierras vallisoletanas Julián, con sus hijos Teodoro, Pilar y Eugenio, siendo estos muy pequeños, por lo que se empleó en tierras de Coslada, en unas canteras de gran extensión, ya que daban desde la actual ubicación del Rancho Arequipa hasta la empresa Pegaso. Su trabajo consistía en la contabilidad de los trabajos de la cantera, documentación, inventarios y entrega de la piedra extraída a los clientes.
Con el tiempo se transformó en granja, donde había gallinas, cerdos y vacas, así como por su gran extensión había árboles frutales y se cultivaba la tierra, era una huerta excelente. Incluso había caza, se podían ver gran cantidad de conejos. Y aprovechando las galerías existentes de la cantera, cultivaba champiñón, de gran sabor y que se vendía con gran facilidad.
Más tarde, allá por el año 62 ó 64, el propietario Miguel Ángel de la Herran de las Pozas, nacido en el Salvador (1915-1994), registrador de la propiedad y cónsul honorario de la República del Salvador, casado con Sofía (1927, nacida en Arequipa, Perú), se asoció con Julián Santa Olaya, y decidieron cambiar de actividad, lo que era la vaquería, se convirtió en comedor y lo que era el establo de los cerdos en cocina, y con buen tino y no gran esfuerzo convirtieron una granja en un restaurante, que por decisión de D. Miguel se llamaría “Rancho Arequipa” dedicado a la belleza del lugar de nacimiento de su esposa. Y que a partir de ese momento tuvo esta denominación nada común en España.
A partir de 1972 se hicieron cargo del negocio, Pilar y su marido Francisco, que con gran esfuerzo han continuado la labor que desde hace más de cincuenta años comenzase Julián, y que ahora llevan con orgullo sus nietos.
